top of page

¿Qué Onda con las Calificaciones en la Escuela? ¿Son Justas o No?

  • 24 jun
  • 5 Min. de lectura

Autor: Cristhian Gael Dimas Morales


Las calificaciones son algo que vemos desde que somos chiquitos en la escuela. Son esos números o letras que nos dicen cómo nos va en cada materia. Desde las boletas de la primaria hasta los papeles de la universidad, siempre están ahí. Pero, ¿sirven de verdad para saber cuánto hemos aprendido? ¿Y son realmente justas?

Parece fácil: una calificación alta significa que sabes mucho, y una baja, que te cuesta. La idea es que muestren si entendemos los temas, si hacemos bien los trabajos y si participamos. Pero la verdad es que es más complicado de lo que parece.


Las Calificaciones Son un Revuelto de Cosas

Una calificación es como un promedio de todo lo que hacemos: exámenes, tareas, proyectos, si participamos en clase, etc. Cada maestro tiene su forma de calificar, así que una misma calificación puede significar cosas diferentes según el profe o la materia.

Esto nos hace pensar: ¿estamos midiendo lo mismo siempre? Dos alumnos con la misma nota final en la misma clase podrían haber llegado ahí de formas muy distintas. Uno podría ser muy bueno en los exámenes, pero malo para los proyectos, y el otro al revés.



Lo Difícil de las Calificaciones

Aunque son súper comunes, las calificaciones tienen sus broncas:

  • No siempre son tan justas: Aunque se intenta que sean objetivas, a veces el maestro califica un poco con su opinión. Cómo nos ve el profe participando, la forma en que escribimos o hasta cómo entregamos un trabajo pueden influir.

  • Nos ponen nerviosos: Estar bajo el ojo de la calificación todo el tiempo puede estresar mucho. A veces nos preocupamos más por pasar que por entender de verdad. Esto puede hacer que solo estudiemos para el examen y luego se nos olvide todo.

  • No ven todo el esfuerzo: Las calificaciones casi siempre se fijan en el resultado final, no en lo que hicimos para llegar ahí. No muestran cuánto nos esforzamos, si mejoramos mucho o si superamos algo difícil.

  • Pueden ser injustas sin querer: A veces, sin que el maestro se dé cuenta, cosas como nuestro comportamiento, de dónde venimos o hasta nuestra forma de ser pueden afectar cómo nos califica.

  • Cada escuela es un mundo: Una buena calificación en una escuela puede no significar lo mismo en otra, o en otro país. Esto hace que sea difícil comparar.


ree

Las Calificaciones También Nos Afectan por Dentro

Las notas no solo son números; nos pegan en cómo nos sentimos con nosotros mismos, en nuestras ganas de aprender y en cómo vemos la escuela.


Si sacas 10, te sientes bien; si sacas 6, mal: Para muchos, una calificación alta nos hace sentir valiosos, y una baja nos hace sentir que no servimos para nada. Esto es muy peligroso cuando somos jóvenes y estamos descubriendo quiénes somos. Esta presión puede causar:


Ansiedad y estrés: Miedo a reprobar o a no cumplir lo que esperan de nosotros nos puede poner muy nerviosos y quitarnos el sueño.


Querer ser perfectos: Algunos se obsesionan con sacar la nota más alta y sufren mucho si no lo logran.


Cansancio extremo: Buscar siempre la mejor nota, junto con mucha tarea, puede agotarnos.


¿Aprendemos por gusto o por la nota?: El sistema de calificaciones nos empuja a estudiar por una recompensa (la nota, el aplauso de los papás, entrar a una buena universidad). Esto a veces nos quita las ganas de aprender por el simple gusto de saber más. Si solo pensamos en la nota, podemos memorizar rápido para un examen y olvidarlo al día siguiente, en lugar de entender de verdad.


Miedo a equivocarse: Sacar malas notas puede desanimarnos y darnos mucho miedo a equivocarnos. Si pensamos que una mala calificación significa que somos "malos" o "tontos", no nos atrevemos a preguntar o a probar cosas nuevas. Así, no aprendemos de nuestros errores, que es súper importante para crecer.



¿Cómo Mejorar la Onda de las Calificaciones?

Para que las calificaciones no nos afecten tanto, es bueno cambiar un poco la forma de verlas. Podemos:


Darle más valor al proceso: Reconocer y aplaudir el esfuerzo, las ganas de mejorar y el camino que recorrimos para aprender, no solo el resultado final.


Dar consejos claros: Además de un número, que el maestro nos diga qué hicimos bien y qué podemos mejorar, para que sepamos qué hacer diferente.


Separar la nota de quién soy: Entender que una calificación es solo cómo nos fue en algo específico, no que tan inteligentes o valiosos somos como personas.


Animarnos a pensar en cómo aprendemos: Que nos enseñen a ver qué se nos da bien y qué nos cuesta, y a ponernos metas para mejorar.


Si cambiamos la forma de ver y usar las calificaciones, poniendo más atención en el aprendizaje, el esfuerzo y el crecimiento, podremos tener una relación más sana y chida con la escuela.


ree

Calificaciones: ¿El Verdadero Reflejo de Nuestro Cerebro?

Las calificaciones son el pan de cada día en la escuela, pero ¿realmente nos dicen todo sobre lo que tenemos en la cabeza? La respuesta es un poco complicada. Las notas, aunque útiles, no siempre capturan el panorama completo de nuestro aprendizaje y habilidades.


El Cerebro Aprende de Muchas Formas

Nuestro cerebro no funciona como una máquina de sumar puntos. Aprendemos de maneras muy distintas: algunos son muy buenos para recordar datos, otros para resolver problemas, algunos son creativos y otros prácticos. Las calificaciones tradicionales, sin embargo, a menudo se enfocan mucho en lo primero: ¡qué tan bien recordamos lo que leímos o lo que el maestro explicó!

Esto significa que un alumno que es brillante creando cosas nuevas o resolviendo problemas de la vida real, pero que no es tan bueno memorizando fechas o fórmulas, podría no tener calificaciones espectaculares. ¿Significa eso que no está aprendiendo o que no es inteligente? ¡Claro que no! Simplemente, el sistema de calificación no siempre está diseñado para mostrar esas otras formas de inteligencia.



Lo Que las Calificaciones No Miden (Y Deberían)

Hay muchas cosas importantes que aprendemos en la escuela y que las calificaciones rara vez muestran:


Esfuerzo y perseverancia: ¿Cuánto te esforzaste para entender algo difícil? ¿Seguiste intentando aunque te equivocaras mil veces? Eso es supervalioso y casi nunca se ve en la nota final.


Creatividad e imaginación: ¿Se te ocurrió una forma original de hacer un proyecto? ¿Creaste una historia increíble? Estas habilidades son clave para el futuro, pero a menudo no tienen un espacio grande en la calificación.

Trabajo en equipo y comunicación: Saber trabajar con otros, escuchar ideas diferentes y explicar las tuyas, son habilidades cruciales. Aunque se hacen trabajos en grupo, la calificación individual casi nunca las refleja bien.


Habilidad para resolver problemas: En la vida, no siempre tenemos las respuestas a la mano. La capacidad de pensar, analizar y encontrar soluciones es de oro, y no siempre se evalúa de forma directa.


Curiosidad y ganas de aprender: Algunos alumnos aman investigar y aprender por su cuenta sobre temas que les interesan. Esta chispa por el conocimiento es muy poderosa, pero ¿cómo la pones en un número?


Manejo de emociones y resiliencia: Aprender a controlar la frustración cuando algo no sale bien, o levantarse después de un error, son lecciones de vida. Estas habilidades emocionales son invisibles para las calificaciones.



¿Calificaciones o "Radiografías" del Aprendizaje?

Imagínate que en lugar de una sola calificación, tuvieras una "radiografía" de tu aprendizaje. Esta radiografía mostraría tus fortalezas (por ejemplo, "muy bueno en matemáticas prácticas", "excelente para expresarse en público") y tus áreas para crecer ("necesita mejorar en la organización de trabajos", "le cuesta recordar detalles históricos").

Este tipo de evaluación, más detallada y menos centrada solo en un número, nos daría una idea mucho más completa de quiénes somos como estudiantes. Ayudaría a los maestros a entender mejor cómo enseñarnos y a nosotros a saber dónde necesitamos poner más ganas.

Al final, las calificaciones son una herramienta. Como cualquier herramienta, pueden ser útiles, pero no son perfectas. Lo importante es que nos ayuden a aprender y a crecer, no solo a sumar puntos.


ree

Comentarios


bottom of page